jueves, 10 de junio de 2010

Caminante nocturno.

... Acostumbraba a pasear por aquellas calles todas las noches.
Todas las noches caminaba hasta asomarse a la iglesia;
y luego, simplemente, volvía sobre sus huellas, perdiéndose,
lamentándose, rehuyendo las miradas acosadoras de los escépticos.

Aquel día no parecía diferente. Caminaba él, como siempre.
Era de noche, y se paró al llegar frente a la iglesia.
Y así nada mas, solo porque si, desapareció.

domingo, 6 de junio de 2010

POEMA AL RAP [GERARDO WAUTHION]

el rap es mi forma de evasión, mi prisión, mi pasión,
porque el rap
hace que siga latiendo mi corazón.

Yo pienso y en un lienzo
...escribo como en un diario personal,
¿por qué? porque mi forma de
expresión es el rap,
destapo sentimientos desnudo el alma y la
exhibo,
porque sólo cuando escribo consigo sentirme vivo

jueves, 3 de junio de 2010

Llanto

Voraces brotan
las amargas lágrimas,
llenas de secretos,
de visiones,
de sueños que se pierden
en la niebla de una ternura
que no logró su juramento
de convertirse en amor...

....


Y he aquí agua del mar interno

que se escapa por una grieta
de firmamento,
hecha por la luna,
envenenada por un brillo.

....


Grisáceos se vuelven los iris,

cansados
y empeñados
en buscar una dulcedumbre
que consuele el augürio
marcado por la ausencia
del corazón de una princesa...

Y heme aquí yo... esperando

Soy yo quien te llama en la profundidad
de este delirio de invierno,
donde corre incansable la brisa del amor,
que lleva tras de sí un aroma a muerte,
tan dulce como la miel,
y un incienso a deseo que recubre las retinas,
rotas a lágrimas, cautas de mas tinieblas.

Llegué a ti en un esbozo de tiempo,
cerrando los caminos a las tentaciones desconocidas.
Llegué a ti porque debo verte,
aunque sea en esta espesa atmósfera de sueño.
Llegué a ti para hablarte,
Porque el silencio profiere gritos ensordecidos.

Soy yo quien te llama en la profundidad
de esta soledad incolora,
revuelta con la presencia de estos fantasmas
macabros, malhadados, olvidados...
que se encargan de evocar heridas
que no se podrán cerrar, sino por quien las causó.

Y heme yo aquí yo, agobiado, exhausto...
venciendo el vórtice que un día me atrapó...
Pero aquí me tienes, de pié.
De pié en la tierra húmeda que me atormentó en el tiempo...
De pié en la dulcedumbre imaginaria que creé...
De pié en tu laberinto rojo...
Esperando, esperando, esperando.

Buscando respuestas en los áridos segundos...

Esperando el día en que he de ser feliz...